Hoy fue mi primer dÃa en el hospital clÃnico, haciendo prácticas. Llegué a las 8 de la mañana, sin saber ni siquiera en qué departamento voy a pasar dos semanas. Ya os podéis imaginar el horror que me atacó cuando me dijeron que me toca estar en urgencias (pero en una UCI de verdad, no como la del hospital que tenemos nosotros). Pero como no hubo sitio en ningún otro departamento, es lo que hay, si quiero acabar con esta parte de las prácticas de campo. Asà me va.
Bueno. Para empezar el dÃa tan bonito, un perrito mordido en todo el cuerpo se nos murió. Y luego, una gata con múltiples fracturas en mandÃbula y maxila entró en una situación perjudicada, y la tuvimos que poner en la mesa central, con los animales crÃticos. Me dejaron guardarla un momento, y justo en aquel momento dejó de respirar (obviamente si tiene que dejar de respirar, será cuando la guardo yo, no?). Qué estrés. Iniciar el protocolo de reanimación y todo este rollo. No perdió el pulso en ningún momento, pero igualmente era un susto. Luego decidieron hacerle una traqueostomÃa para que respire mejor – asà que vi por primera vez una traqueostomÃa en vivo.
A la hora de comer, de repente me entró un mini-ataque de pánico. Todo lo que he pasado en los últimos dÃas se ha destilado a una sensación de pánico tremenda – el vuelo de noche, volver a mi habitación de niña en la casa de mis padres, no dormir anoche, ver una reanimación de un bicho… Me asusté, y mucho. Menos mal que la chica con quien comà me calmó un poco, y me dijo que ya hablarÃamos con el veterinario responsable, y que era lógico estar asà después de ver tanto en tan poco tiempo.
Después de esto me animé un poco. Ayudé a todos e hice de todo – hasta inserté un catéter de orina por primera vez, y lo hice bien con una de las chicas guiándome.
Luego vino un mal momento. La gata de antes, de la traqueostomÃa, empezó respirar mal. Me di cuenta que echaba una secreción serosanguinolenta por el tubo traqueal, y todo el follón empezó de nuevo. Succionar las secreciones e iniciar respiración asistida manual, porque no tenÃamos disponible el respirador, porque otro perro con intoxicación de organofosforados estaba ocnectado a él. Asà que durante más de dos horas hice yo la respiración asistida. En un momento, después de que ya se decidió eutanasiar la pobreta y los dueños estaban de camino a verla, querÃamos limpiarle un poquito la nariz. Al mirarla, la chica que me ayudó me dijo, no te parece que ya se fue? Y al auscultarla, la veterinaria dijo que no encontraba un pulso… estaba allà respirando a un animal muerto un tiempo, puede ser (pero tampoco tanto, porque iba controlando el pulso de vez en cuando). Lo irónico es que todo este tiempo el electro estaba raro, y mostraba una frecuencia de 70 y algo pulsaciones…
Bueno, espero que mañana sea más leve. No podré aguantar a dos semanas con tantos animales muertos. Besos a todos y bona nit!